Linda Goodman, una  importante escritora y astróloga, centra parte de su obra en el amor y los signos astrológicos comparando la compatibilidad entre los 12 los signos del zodiaco en relación al amor. Para  L.Goodman, y muchos otros estudiosos del tema, el amor es una de las necesidades más profundas del ser humano. En todas las culturas en todos los estamentos sociales profesiones religiosas para todos los lugares de los puntos cardinales que se mire, no se puede negar que el AMOR es una necesidad innata y tanto más que la enfermedad o la falta de economía lo que mas abruma al ser humano es el temor a no ser amado a que no haya nadie que se interese por nosotros sinceramente o nos comprenda desde lo mas hondo del corazón. La expresión “todos los caminos llegan a Roma” se podía aplicar a todos los caminos de búsqueda del ser humano: van siguiendo esa búsqueda del amor, el alma gemela, el amor karmico, el amor de destino, el amor de toda la vida……… es el mismo pero con diferentes collares que en su interior lo que busca ese ser que te llene el alma, que te haga llegar a las nubes y se haga sentir especial y diferente.  Pero el amor es algo que no se da, el fondo latente de él es el Compartirlo. Para Goodman, desde el punto de vista astrológico, se plantea el por qué el amor mutuo y perdurable es tan esquivo.

Ella nos responde diciendo que para lograr una unión perdurable y completa hay que pasar tanto hombre o mujer por los 12 signos del zodiaco y asimilar la sabiduría de cada uno de ellos en los misterios del amor y llegar a la armonía  en la naturaleza  mental, física, emocional y espiritual. A medida que renacemos y pasamos por los doces signos  de la rueda astrológica y  kármica  de la vida  se va evolucionando a veces repitiendo experiencias y otras avanzando más o menos rápidas por nuevas para  asimilar las lecciones del amor. Nuestras propias personalidades  superconscientes  nos obligan a perfeccionar las cualidades positivas de cada signo  y a pulgar las condiciones negativas de cada uno de ellos para convertirnos en seres evolucionados y entonces capaces de unirse a su alma gemela. Cada signo tiene una fuerza que puede revertir en debilidad y al contrario por motivo de la ley de la bipolaridad positivo-negativo. Eligiendo libremente nosotros la bipolaridad de nuestro signo. SI al elegir nos equivocamos  debemos volver a revivir de nuevo la experiencia de ese signo solar hasta que se llegue a asumir la fuerza positiva de dicho signo. En cada una de las experiencias por las que pasamos  debemos enseñar a los demás la primera cualidad que se hace fácilmente pero hay que aprender una segunda cualidad con gran esfuerzo. El alma deberá pasar más de una vez por las seis primeras iniciaciones  del amor.

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